Una narradora es una mujer habitada. Poblada de voces y personitas.
Voces que esta vez nos hablan de transgresión, risa, amor, guerra, pasión por la utopía y mujeres dueñas de su propio destino. Como dice Galeano, llena de personitas.
Creo que todas las mujeres somos mujeres habitadas.
Encontré en “La mujer habitada”, de la poeta y escritora nicaragüense Gioconda Belli, la historia de un árbol de naranjas, habitado por el espíritu de una mujer que a su vez intentaba habitar el cuerpo y el espíritu de otra, quinientos años después, en un juego de cajas chinas femeninas o más bien de matrioskas, que no tiene fin.
Creo que todas las mujeres somos mujeres habitadas. Propongo descubrirlo desde la mirada asombrada, desde la maravilla, pero también desde el pensamiento y la conciencia de ser parte de un enorme río que nos une a todas por una genealogía femenina universal y también familiar.
Hay muchas formas de ser habitadas, no siempre tan poéticas. A veces nos habita el otro, con sus exigencias de décadas pasadas y hasta con su tacto de inquisidor. Otras veces, nos habita el miedo a todo aquello. A veces nos habitan voces de otros tiempos, que tapan la nuestra o quieren hacerlo, que no nos dejan oírla; pero también nos habitan historias de cariños y amores, y nos habitan luces…
Y descubrirlo, nos acuna, nos protege, nos sana o simplemente nos despierta preguntas, nos detona placeres.
Esa realidad inabarcable que es la vida y que está plagada de milagros imposibles. Las historias seleccionadas son, historias de mujeres con coraje y con mirada propia, de los hermosos y de los terribles seres que van pintando trazos en sus vidas: Ada, la locutora de Radio Barcelona, Minerva, la diosa, Minerva la heroina, Gloria, la mujer libre, Clemencia la muchacha poblana, Rosita y sus criaturas de otro mundo, Tota y sus muertitos…
Mujeres Habitadas es un espectáculo-diálogo, en el que hablo y hablamos. Una invitación a compartir. Nos contaremos cosas en el tiempo del coloquio; pero sobre todo es un espectáculo de narración oral: historias contadas, poesía, humor y tantas cosas que pasan.
Duración: una hora y media (Según participación en el coloquio)