Dos niñas son vecinas y juegan en el parque. Una es peruana y la otra española. Una tarde se quedan encerradas en el ascensor. ¿Qué hacer para quitarse el miedo? ¿Cómo quitarse las ganas de llorar? Se les ocurre contarse cuentos hasta que lleguen los mayores, y de pronto, en el ascensor a oscuras sólo se oyen risas. Cuentos para hablar de interculturalidad, del valor de la cooperación y del poder creativo de las palabras.
En las fotos: las niñas protagonistas: queridídimas Macheli y Láleles, en la otra: Marissa y Magda en el parque de sus encuentros.